miércoles, 20 de febrero de 2013

Un descanzo por RODEO, San Juan


Un descanzo por RODEO, San Juan









El dia 17 de noviembre de 2010, me levante a las 6:30 de la mañana, desayune en el hostel y luego partí a las 8 am, hacia la localidad de Rodeo, sinceramente sin saber muy bien que es lo que me esperaba. Lo que si sabia, era que el lugar donde iba no iba haber internet y que estaba bastante alejado. En fin, emprendí el viaje; dado que estaba muy cansada desde San Juan a Jachal dormí un poco, de todas formas sabia que el camino no tenia mucho que apreciar y que ya lo conocía, pero de Jachal a Rodeo, la verdad es que fue fascinante había un camino sinuoso con muchas curvas y desniveles solo pasaba micros chicos tipo combis; bordeando el rio Jachal con su color puro que se podía admirar. Luego de varios km se observaba el mirador del Dique Cuesta del Viento; un paraíso. De ahí a unos pocos metros empieza la zona urbana y me bajo en la calle Santa Lucia, de ahí supuestamente al hostel había 1 km, pero cuando llegue me di cuenta que camine 2 km con la mochila a cuesta. Decí que ya había caminado bastante y no lo padecí tanto, pero el hostel era en un camino hacia al lago donde no había nada; la verdad que es un lugar maravilloso estas en el patio del hostel Lamaral se puede observar entre los arboles de las aguas azules del dique cuesta del viento y de estos varios días en el lugar me di cuenta porque lo llaman así, es que en ningún momento el viento deja de correr y mas a la tarde noche se siente mas junto con los ruidos de los pájaros y el silbido del viento. En el hostel estaba yo sola y el chico del hostel así que estaba y me sentía como en mi casa, un lugar de verdad de relax, leyendo un par de libros, en fin un descanzo para recuperar energías y luego volver a la realidad con las obligaciones. Luego, iba al playa que se encontraba unos 500 metros iba caminando junto a Kiara, la perra del hostel que me acompañaba a cada paso que daba, y en la playa nos encontramos con Bruno el otro perro que luego volverían ambos al hostel. Uno de los libros que leí en Rodeo, era una novela llamada “Bella y Oscura”, de Rosa Montero; 1993 y mientras leí las líneas en una de sus paginas me encontre con una carta que expresaba algo muy parecido a lo que yo sentía con respecto a una persona que había visto unos días atrás, la carta era la siguiente: “Y leí entre susurros esta carta que fue en realidad la primera historia que supe de Airelai, y que decía así: Querido mío, Te echo tanto de menos que vivo con media imaginación, con medio corazón, con la mitad de mis ideas y de mis sentimientos, como el borracho que esta a punto de perder la consciencia , a medias entre la vigilia y el desmayo, o como el agonizante con un pie en ese mundo y el otro pie metido ya en la nada negra. Quiero decir que sin ti soy media persona, una autentica pizca, un cachito de carne y de nervios en punta adorando al ser que me completa. Por eso, te escribo, aun sabiendo que nunca vas a poder leer estas líneas; las palabras crean mundos, y son capaces de creerme ahora, mientras te estoy escribiendo, la ilusión consoladora de tu presencia.”

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